Desodorantes: mucho más que el mal olor

Después de un invierno con frío y grandes nevadas y una primavera fresca y especialmente lluviosa ¡por fin llega el calor! y ojo, en krous® adoramos las nieves y sabemos lo necesarias que son las lluvias para un país con sequía crónica como el nuestro, pero echábamos tanto de menos la luz del sol y el calor… sí, ese calorcito que de un día para otro aparece y con él algunos problemillas estéticos y sociales como el sudor (una función fisiológica necesaria para equilibrar nuestra temperatura) y los malos olores provocados por la acción de algunas de las bacterias que viven en nuestra piel  ¿Sabías que teníamos más de 300 tipos de ellas en la piel?

Hoy en krous® os vamos a hablar de la nueva gama de desodorantes de la marca Phytorelax que ya se ha ganado muchos adeptos y adeptas y que os traemos desde Italia.

El sudor en sí es un líquido incoloro e inoloro, compuesto por agua y sales minerales como el sodio, potasio, urea… pero también proteínas, grasas, aminoácidos. Es secretado por las glándulas sudoríparas (que son de dos tipos ecrinas y las apocrinas) que se encuentran en nuestra dermis e hipodermis creando una película que en contacto con el aire exterior hace que esa agua se evapore arrastrando con ella calorías y manteniendo nuestro cuerpo más fresco. Esa es su función vital.

Como os hemos dicho antes, hay dos clases de glándulas sudoríparas, y las apocrinas que se concentran en las áreas donde hay vello, y donde las bacterias de nuestra piel fermentan y se degradan en ácidos grasos y amonio y se producen los malos olores, que por cierto son únicos para cada uno de nosotros pues también tienen un cierto componente genético. De hecho para los animales el olor es una forma de reconocerse y marcar su territorio muy importante. Estas glándulas sudoríparas apocrinas se desarrollan durante la adolescencia y por ello los niños al no tenerlas su sudor no huele.

Primero aclararemos dos conceptos que muchas veces van unidos pero que no significan lo mismo y que no tienen los mismos efectos sobre nuestro organismo: los desodorantes y los antitranspirantes.

Los primeros actúan en la capa más exterior de nuestra piel y no evitan que nuestro cuerpo transpire o sude, lo que hacen es evitar que las bacterias proliferen y creen malos olores, pero para esto algunos ponen ingredientes sintéticos que hacen los malos olores se controlen más pero que pueden ser muy irritantes.

Por el contrario un antitranspirante en vez de actuar en la capa más externa de la piel actúa un poco más profundamente inhibiendo a las glándulas sudoríparas de su vital función, al no haber sudor no hay descomposición bacteriana, pero la merma de las funciones de estas glándulas se produce principalmente por la aplicación de tóxicas sales de aluminio que puede acarrear problemas como ardor, erupciones, descamación, dermatitis…

Porcentaje de cáncer de mama por cuadrante

Porcentaje de cáncer de mama por cuadrante

Los parabenos y el clorhidrato de aluminio. Los malos malísimos de la película

Tanto en desodorantes como en antitranspirantes convencionales hay dos peligrosos ingredientes y que han sido vinculados con los cánceres de mama hormonales como pueden ser los parabenos y el clorhidrato de aluminio.

Los parabenos son los conservantes universales por excelencia. Derivados del petróleo son tremendamente útiles para controlar la proliferación bacteriana y micótica en los cosméticos. Los parabenos pueden provocar dermatitis en algunas personas, pero sobre todo, se han perfilado como un gran problema por su capacidad de alterar el sistema hormonal, son disruptores endocrinos. Los parabenos imitan a los estrógenos, la hormonas femeninas por antonomasia, pudiendo causar graves problemas de salud ya que aumentan artificialmente sus niveles.

De hecho, en un estudio que se hizo en 2004 por parte de la doctora Philippa Darbre de la Universidad de Reading (Inglaterra), titulado Concentration of parabens in human breast tumours (Concentración de parabenos en tumores de pecho en humanos), se alertaba sobre la concentración de parabenos encontrada en el tejido de 18 tumores analizados, y se hacía una primera relación entre cáncer de mama y los parabenos que contienen algunos cosméticos, principalmente los desodorantes que se aplican en la axila, justo en el cuadrante mamario donde aparecen el 50% de los tumores ¿Casualidad?

Por otra parte se sabe que el aluminio es un genotóxico capaz de producir ciertas alteraciones en el ADN con efectos epigenéticos (afectan a su actividad), así que no es descabellado pensar que podrían hacerlo en células mamarias. Pero la principal preocupación es como disruptor endocrino, el aluminio presente en el cloruro de aluminio o clorhidrato de aluminio actúa como metaloestrógeno al poder interferir en los receptores celulares de estrógenos.

Así que en krous® os vamos a hablar solo de desodorantes, veganos, libres de alcohol, sin parabenos y sin sales de aluminio y certificados por Cosmos Natural, que respetan el proceso fisiológico natural de la transpiración o sudoración. Los tenemos en tres agradables aromas y en dos formatos diferentes para cubrir todas las necesidades: vaporizador algo más líquido o roll-on más cremoso.

Desodorantes Fresh con un 20% de aloe vera extra hidratante, niaulí de la familia del árbol de Té y como éste con grandes propiedades antisépticas y antibacterianas y menta arvensis que también es antiséptica y tiene rico aroma.

Desodorantes Sensitive con rosa centifolia super emoliente, ylang-ylang con dulce aroma es antiséptico y edelweiss bactericida y antiinflamatoria son ideales para cuidar las pieles más sensibles.

Desodorantes con Oligoelementos como el cobre o el zinc indispensables para una piel sana ya que ayudan a la síntesis de colágeno, con camomila suavizante y avena emoliente para unas axilas bonitas.

A parte de la higiene diaria con geles o jabones ecológicos y el uso de desodorantes naturales y sin tóxicos para alejar de nosotros el mal olor, es muy aconsejable el uso de prendas de fibras naturales como el algodón o el lino, nada de prendas sintéticas, especialmente de poliéster, que no absorben la humedad pero si las bacterias causantes del mal olor e incluso después de lavadas estas prendas pueden seguir oliendo mal. También es aconsejable reducir la ingesta de alimentos como el ajo, cebolla, espárragos, algunos alcoholes, la carne roja, especias como el curri o picantes… que bien aportan malos olores o aumentan la sensación de calor y nos producen sudoración.

Y vosotras ¿apostáis ya por un desodorante sano y eficaz para combatir los efectos del calor?

Saludos!!

El equipo krous®

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