Hoy en krous® cosmética+natural os queremos hablar de uno de los ingredientes más presentes en nuestra cosmética y del que se cuentan mil leyendas e historias, una por cada una de sus múltiples propiedades. Os hablamos de la La Angélica, Angelica Archangelica, es una planta denominada así por ser creencia popular en la edad media, de que fue regalada por el arcángel Gabriel a un monje, que con las propiedades medicinales de la planta acabó con la peste que asolaba a su ciudad. Se denomina también como «hierba del Espíritu Santo». El agua de angélica figuraba en una prescripción real publicada por el colegio de médicos en 1655, año de la Gran Peste de Londres. Paracelso la consideraba una panacea, incluso se usaba para curar mordeduras de perro rabioso y de serpiente.
La angélica es una hierba bienal (que florece en el segundo año) de hojas grandes que puede llega a medir dos metros de altura. Posee una raíz gruesa que al ser cortada saca una especie de zumo de color amarillo y de textura lechosa que posee un agradable olor característico.
La Angelica Archangelica crece salvaje en Finlandia, Suecia, Noruega e Islandia, en la mayor parte de los países del norte. Se cultiva en Francia, principalmente en el oeste del país junto al Atlántico, para venderla a la industria farmacéutica y cosmética. Le gustan los lugares húmedos, barrancos y hondonadas cerca de corrientes de agua.
El uso medicinal de la hierba del Espíritu Santo es viejo, como lo demuestra su presencia en la “Capitulare de villis vel curtis imperii”, una orden emitida entre los siglos VII-IX por el emperador Carlomagno que ordena a los gobernadores de sus dominios la plantas que se deben cultivar en sus campos y entre ellas está el «olisatum» identificada actualmente como Angelica archangelica. Esta planta tiene múltiples propiedades.
Tanto la raíz como las hojas, se emplean como uno de los componentes en la elaboración de algunos licores de fórmulas complejas famosos, en las que la angélica es componente junto con otras hierbas, como son la ginebra, la absenta, y dos licores franceses de origen monástico el chartreuse y la bénédictine.
Se emplea como condimento, por ejemplo en la elaboración de la mezcla de las finas hierbas. En la cocina de Groenlandia, de Laponia o de Noruega es altamente popular, se suelen poner las hojas de la planta mezcladas con otras verduras, como en ensaladas, se les da el mismo tratamiento que a las acelgas. En otros países nórdicos además se usa en potajes, y con los tallos pelados con los mismos usos que el apio, también se hacen mermeladas y se escarchan para decorar tartas.
Esta “angelical” planta es usada en la composición de varios productos de Natura Siberica como el Champú suave de bebé donde el extracto orgánico de raíz de Angélica aparece en el tercer lugar del INCI para proteger el delicado cuero cabelludo del bebé de las agresiones externas.
Este delicado cuidado también se encuentra entre los 12 primeros del INCI en el Tónico Limpiador Enriquecido, en el Absolut Rellenador de Arrugas de Poli-Colágeno y en la Leche Fluida limpiadora de pieles sensibles o secas.
Y también está presente en Jabón Cremoso de Manos Hidratante, en la Espuma Desmaquillante Hidratante para el contorno de ojos, en el Absolut Serum Facial Revitalizante y en la Crema de Noche para Piel Sensible.
Por supuesto, la Angélica utilizada en los productos de Natura Siberica provienen de la agricultura ecológica certificada en Francia, para dejar vuestra piel como la de los ángeles…
¡¡Saludos!!